Pedagogía religiosa
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   Es una forma de entender la Pedago­gía general en cuanto se la mira como ciencia. Existe una variedad de términos afines, parciales, desgajados que pueden hacer de la Pedagogía religiosa algo confuso. Incluso en los documentos de instancias oficiales de Iglesia (pontifi­cios o de Conferencias episcopales) o de centros intelectuales (Cursos de Universidades o Institutos especializados) se identifican o superponen términos como:
      - Pedagogía de la Fe.
      - Pedagogía de la Religión.
      - Pedagogía cristiana.
      - Pedagogía Catequística.
      - Didáctica y Metodología religiosas.
   Es frecuente afirmar, como hace un prospecto de una Universidad reciente, que "son nombres diversos, pero que estudian la misma realidad: la educación en la fe en sus distintas formas. Hoy en día se tien­de a denominar a la Catequética como Pedagogía Religiosa, y últimamente como Pedagogía y Didáctica de la Religión: así lo hizo la Comisión Episcopal Española de Enseñanza y Catequesis en 1992 al proponer los requisitos básicos para obtener la titulación como profesor de religión".
   Sin embargo no se deben confundir los conceptos para no difuminar sus ámbitos de acción y reflexión. De los conceptos se derivan luego las actuaciones pedagógicas correspondientes.
      - La Pedagogía religiosa o Pedagogía de la religión es un concepto global y abarca ámbitos diferentes como la familia, la escuela o la parroquia, y edades distintas o situaciones diferentes.
      - Si esa Pedagogía se centra en la religión cristiana, debe denominarse como Pedagogía cristiana. Y si es una pedagogía católica no debe confundirse con otras pedagogías como la anglicana.
      - Si de lo que se habla es de una Pedagogía de ámbitos escolares, es cierto que podemos centrar su terreno de atyención preferente en la escuela o en su entorno académico. Y se aludirá entonces a enseñanza y educación religiosa escolar como objeto de la Pedagogía religiosa escolar. Será misión suya ocuparse de la legitimación y naturaleza de la docencia, en cuanto hay programas, metodologías o estilos vinculados con una instrucción y formación sistemáticas.
      - Las variadas formas de entender la cate­quesis han promovido cambios y adaptaciones en el terreno pedagógico, el cual va desde una información sobre la cultura cristiana hasta una educación de la fe, si es que se puede hablar de que la fe es educable. Sabemos que es lo que suscita, protege y desarrolla la fe lo que se educa. La fe es valor espiritual, interior, gracia de Dios; y no se debe identificar, al menos a nivel de principios, con creencia, instrucción o incluso prácti­ca de creyente.
      - La pedagogía catequística sintetiza la idea de catequesis y la de pedagogía. En general se puede amparar bajo el concepto de pedagogía religiosa, pero asumiendo los matices teóricos que pueden conducir a procedimientos prácticos: programas, actividades, relaciones, ofrecimientos, experiencias, criterios, etc.

    Conviene recordar que la Pedagogía catequística no se fundamen­ta sobre un concepto trasnochado de la catequesis como instrucción religiosa de niños, sino que se asoma al mundo creciente de los catecumenados y de las relaciones religiosas entre personas libres.
    Del mismo modo, tampoco se debe reducir la visión al contexto de la Escuela en un intento de aclarar los criterios y las preferencias en la Didáctica académica aplicada al contenido intelectual y moral de la educación religiosa.
    La pedagogía cristiana abarca a la parroquia y a la familia, a los movimientos cristianos y a las ofertas sociales dirigidas a los creyentes reales o potenciales, incluso se introduce en los ámbitos virtuales. Por eso bajo su pabellón se cobijan todas las dimensiones que tiene la vida cristiana: diferencia de edades, adaptación a los ambientes educativos, selección de instrumentos materiales o formales, fomento de procesos adaptados y de experiencias constructivas.
    La Pedagogía y la Didáctica de la Religión es actualmente un campo de estudio muy amplio y en plena expansión. Hay que esperar mucho en el porvenir.